La trombosis venosa profunda es una enfermedad prevenible causada por alteraciones del flujo sanguíneo, lesiones de la pared vascular y trastornos de la coagulación. El factor más importante de la trombosis venosa profunda, que puede poner en peligro la vida si no se trata, es la alteración del sistema de coagulación.
La trombosis venosa profunda, que se define como la obstrucción de la vena profunda de la pierna con un coágulo, se produce por diferentes motivos. Hay motivos como permanecer mucho tiempo tumbado, el embarazo, el tratamiento contra el cáncer, superar el peso ideal o someterse a cirugía cerebral.
¿Cuáles son los síntomas de la trombosis venosa profunda?
Aunque provoca fiebre alta en el paciente, la hinchazón repentina, el enrojecimiento y el dolor en la pierna que restringe el movimiento son algunos de los hallazgos más destacados. Sin embargo, los síntomas de dolor e hinchazón varían en función de la localización del problema. Las complicaciones tardías incluyen la formación de edemas y calambres, así como la deformación de la estructura cutánea de la zona donde se localiza la trombosis. Si hay un retraso en el tratamiento de la trombosis venosa profunda, la pierna se endurece y blanquea, la pierna se enfría y empiezan a formarse vesículas de agua. Al mismo tiempo, se forman úlceras con el deterioro del sistema circulatorio.
Nuevos métodos de tratamiento de la trombosis venosa profunda
El tratamiento farmacomecánico se utiliza actualmente en casos de trombosis venosa profunda temprana. Este método consiste en la eliminación del coágulo introduciendo en la vena catéteres intravenosos disolventes de coágulos que se han desarrollado especialmente en los últimos años. Tras este procedimiento, se deja en la vena durante 24 horas un catéter que libera fármacos disolventes de coágulos.
En el tratamiento de la trombosis venosa profunda diagnosticada en las primeras 48 horas, el coágulo observado en la vena profunda por encima de la rodilla y en el abdomen se extrae haciendo una pequeña incisión en la ingle y entrando con un catéter especial con balón. Si el coágulo se observa en una zona por debajo de la rodilla, el fármaco disolvente del coágulo se administra sistémicamente en la vena para disolver el coágulo.
¿Cuáles son las prácticas erróneas en el tratamiento de la trombosis venosa profunda?
El diagnóstico sin la prueba Doppler o el diagnóstico erróneo, así como el uso de antibióticos o anticoagulantes son prácticas erróneas en el proceso de tratamiento. En particular, el uso de anticoagulantes no es eficaz para eliminar el coágulo existente. Si se retrasa el tratamiento correcto, puede producirse hinchazón en la pierna del paciente y úlceras en los tobillos.
Síntomas de la trombosis venosa profunda
Los síntomas de la trombosis venosa profunda (TVP) pueden ser:
- Hinchazón de las piernas
- Calambres, dolor o molestias en las piernas que suelen comenzar en las pantorrillas.
- Cambios de color en las piernas como morado o rojo dependiendo del tono de tu piel
- La sensación de calor se percibe en la pierna afectada
- La trombosis venosa profunda puede producirse sin ningún síntoma evidente
Trombosis venosa profunda Factores de riesgo
Numerosos factores pueden aumentar la probabilidad de sufrir una TVP. (TVP). Cuantos más factores de riesgo tenga, mayor será su probabilidad de sufrir una TVP. Entre los factores de riesgo de TVP se incluyen:
Edad: La edad de 60 años es un factor que aumenta las probabilidades de sufrir una TVP. No obstante, la TVP es una posibilidad en cualquier momento.
La falta de movimiento. Si las piernas no se mueven durante mucho tiempo, los músculos de la pantorrilla no se tensan (contraen). Las contracciones musculares favorecen el flujo sanguíneo. Estar sentado durante largos periodos de tiempo, como cuando se viaja en avión o se conduce, aumenta las probabilidades de sufrir una TVP. También el reposo prolongado en cama, que puede ser consecuencia de una estancia hospitalaria prolongada o de una afección médica como la parálisis.
Cirugía o lesiones: Las lesiones en las venas o los procedimientos quirúrgicos pueden aumentar las probabilidades de formación de coágulos.
Embarazo: La presión del embarazo aumenta en las venas que recorren las piernas y la pelvis. El riesgo de coágulos sanguíneos derivados del embarazo puede durar hasta seis semanas después del nacimiento del bebé. Las personas que padecen un trastorno genético de la coagulación son especialmente susceptibles.
Pastillas anticonceptivas (anticonceptivos orales) o terapia hormonal sustitutiva. Ambos aumentan la capacidad de la sangre para formar coágulos.
Sobrepeso u obesidad. El sobrepeso ejerce presión sobre las venas de la pelvis y las piernas.
El tabaquismo: Fumar influye en la forma en que la sangre fluye y se coagula. Esto podría aumentar las probabilidades de sufrir una TVP.
Cáncer: Ciertos tipos de cáncer provocan un aumento de la cantidad de sustancias transportadas por la sangre, lo que hace que ésta forme coágulos. Ciertos tratamientos contra el cáncer también pueden aumentar el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos.
Insuficiencia cardíaca: La insuficiencia cardíaca es un factor de riesgo para el desarrollo de TVP y embolias en el tracto pulmonar. Dado que los pulmones y el corazón no funcionan correctamente en los pacientes con cardiopatías, los síntomas desencadenados por una embolia pulmonar, aunque sea leve, pueden ser más evidentes.
Enfermedad inflamatoria intestinal. La enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa pueden aumentar la probabilidad de TVP.
Antecedentes familiares o personales de TVP o embolia pulmonar (EP). Si usted o alguien de su familia ha sido diagnosticado de alguna de estas enfermedades, o de ambas, podría tener más riesgo de desarrollar una TVP.
Genética: Algunas personas sufren alteraciones del ADN que hacen que la sangre se coagule más rápidamente. Un ejemplo es el factor V Leiden. Este trastorno hereditario altera uno de los factores que provocan coágulos en la sangre. Un trastorno heredado genéticamente puede causar por sí solo coágulos sanguíneos, a menos que vaya acompañado de otros factores que aumenten el riesgo de desarrollarlos.
A veces puede detectarse un aumento de sangre en una vena sin que exista una razón de riesgo. Es lo que se conoce como tromboembolia venosa no provocada (TEV).
¿Se puede salvar a un paciente que llega tarde?
En primer lugar, se evalúa al paciente con una exploración física muy buena y una prueba doppler detallada. En el último periodo, se pueden conseguir resultados satisfactorios con medicación para disolver el coágulo. Se evalúa el estado de salud total del paciente y el estado de la vena en la que se observa el coágulo, se hospitaliza al paciente y tanto la ligadura de las venas responsables como las heridas formadas se curan rápidamente.
¿Qué debe hacerse después del tratamiento de la trombosis venosa profunda?
Los pacientes que sufren trombosis venosa profunda deben someterse sin duda a una evaluación del INR tras el primer ataque y deben utilizarse anticoagulantes. Así se previene la formación de un nuevo coágulo.
Hoy en día, los fármacos anticoagulantes neovorales (NAC) pueden administrarse sin un análisis de sangre continuo, lo que aporta comodidad al paciente.
¿Qué ocurre si no se trata la trombosis venosa profunda?
La hinchazón de la pierna puede hacerse permanente y pueden abrirse cicatrices. También puede causar la muerte al arrojar un coágulo al pulmón. Si un paciente con trombosis venosa profunda presenta hinchazón en la pierna, dificultad para respirar y dolor en el pecho, debe evaluarse la posibilidad de un coágulo en el pulmón.
¿Qué evitar en caso de trombosis venosa profunda?
No permanezcas de pie o sentado en un mismo sitio durante mucho tiempo. No lleves ropa que restrinja el flujo sanguíneo en las piernas. No fumes. No practique deportes de contacto si toma anticoagulantes, ya que corre el riesgo de sufrir hemorragias por traumatismo.
¿Cuánto dura la trombosis venosa?
La mayoría de los pacientes con trombosis venosa profunda o embolia pulmonar se recuperan completamente en un plazo de varias semanas a meses sin complicaciones significativas ni efectos adversos a largo plazo. Sin embargo, pueden producirse problemas a largo plazo, con síntomas que van desde muy leves a más graves